Mi Amigo el Negrete (Part 4)
domingo, 17 marzo, 2019, 02:51 PM - Idas de bola
.....pero cómo ?
No había forma humana de subir a lo alto de aquella mesa, pensaba.... pero, que demonios .... soy un cangrejo.... alguna manera habrá me dije para mi para mis adentros. Esta era una situación que nunca se me había presentado en mi corta vida. Me acerque chapoteando por aquel lodazal hacia una de aquellas columnas de madera e intenté agarrarme fuertemente a la pata. ¡Oh mondié... como agarran estas canillas!. Pronto descubrí la adherencia de mis patas mientras las colocaba una a una en la madera. Al principio con torpeza y miedo a soltarme un ostión y caer de nuevo al barro pero pronto comencé a cogerle maña a aquel singular movimiento del que solo debía poner una platica tras la otra con movimientos cortos y continuos.
Rápido me encaramé a lo alto de aquella mesa. Los gritos aquí eran un poco más audibles y se mezclaban con el de algún otro pescao roquero.
Apoyada en lo alto de aquel infernal, plateado y humeante cachivache estaba el cucharón largo que usaban para dar vueltas a aquel inferno y con el que yo había podido escapar.
Con la agilidad que me daban mis 6 patas rápidamente me asomaba a aquel líquido cuyo tufo me recordaba a mi sudor. La visión era horrible...... trozos de vísceras por todas partes mezcladas con ajos, ñoras, alguna patata y colegas dando vueltas. Y allí estaba mi amigo. Su bronceado de cuando lo conocí allá por los 15 minutos antes se había tornado blanco y su voz se apagaba por segundos. Tenía que trazar un plan... pero cual... que podía hacer yo ante aquella situación.
Un fuerte ruido me conmovió. La puerta de aquella estancia se abría de par en par. Lo que me pareció un cocinero, más que nada por el gorro blanco que tapaba su cabeza, apareció desde lo mas profundo de la otra habitación (desde donde si no). Al verme encaramado en lo más alto de la cacerola exclamó una expresión de lo más soez y desagradable a mi persona.
¡Puto cangrejo!
Con los ojos ensangrentados clavados en mi, ente, forma o lo que sea, aceleró el paso con alguna intención que no sería buena. Lo vi claro. Tenía pocos minutos y si el plan salía bien tenía una oportunidad. Con la decisión de un suicida, el miedo de Juan sin miedo y el arrojo de ...... de...... , con arrojo y antes de que aquella enfurecida masa blanca llegara a coger el cucharón decidí dar un salto que para mi sería el salto de la esperanza, la ilusión, el arrojo.... la amistad. El impulso no fue calculado pero si impetuoso lo que me dio de bruces en el canto opuesto de la cacerola y con dos o tres rebotes acabé en el centro de la piscina aturdido y desorientado. Los gritos de aquel energúmeno y los aspavientos que daba con el cucharón hizo de aquel tranquilo caldo un caótico tsunami que hacía de Dante un simple peón albañil de su arte. Los trozos de vísceras, ñoras, ajos, gambas y alguna que otra patata ya no eran definidos ni visibles. Ahora eran proyectiles que te llegaban de todos lados.
Un trozo de calabacín me dio en pleno centro de mi caparazón y me hizo mucho daño pero no tanto a mi ser como en mi orgullo. ¡Un trozo de calabacín!.. nooooo eso no puede ser, no. Me niego a que me de un trozo de calabacín. ¡Eso no es de un caldero grité!..... a no ser.....a no ser que..... Mi esperanza estaba clara en mi cabeza (o lo que fuera lo que tengo entre esta concha). Si había un trozo de calabacín en aquella marejada no podía ser un caldero murciano...... claaaaaaro...... esto es... esto es un caldero de Villajoyosa.. allí si le echan todas estas mierdas.... ¡y si es de Villajoyosa no le gustan los cangrejos!... claroooo... todo encaja y por eso me habían ninguneado....... peeeerooo.. allí ponen solo pescao güeno y no morralla y mujol como en Murcia.
Como un loco me puse a bucear en aquel líquido espeso y caliente tocando todo lo que se acercaba intentando encontrar a mi amigo. El energúmeno de blanco no hacía más que blandir el cucharón en mi búsqueda. Lo sabía y eso me daba cierta ventaja para mi plan pero tenía muy poco tiempo. Tocaba y tocaba todo, a todos y de todo dando tumbos por aquel caos cuando de repente veo a mi amigo cerca... muy cerca. El también lo advierte y con su último suspiro veo como alarga su aleta dorsal hacia mi. Yo acerco una de mis patas hacia donde el está siguiendo dando vueltas en el cazo... lo toco, lo toco. Los amantes de Teruel no tuvieron la misma suerte que nosotros. Lo agarré como se agarra una novia fea. Pronto mis 6 patas envolvieron aquel lechoso y agonizante pescadico. Mi plan estaba a punto de cumplirse cuando el cocinero me encontró dando vueltas en el brebaje. Metió el cucharón con tino y nos alzó a mi amigo y a mi sacándonos de aquel humeante fumé de repugnante olor a sudor. Acercó a sus ojos lo que el cocinero había pescado descubriendo en aquella masa que no solo había un cangrejo si no un pescadico pequeñico envuelto en sus garras a lo que exclamó.. “che, cullons un mierda negrete. También, a la puta calle”. Y con un leve movimiento del brazo fuimos proyectados en dirección a lo que pude ver que era el frigorífico ya que nuestra imagen se iba acercando cada vez mas.
Plaff e impactamos en la superficie especular y fría de aquel monstruoso electrodoméstico mientras oía una voz cada vez mas fuerte en mi interior... Manolo, manolo.... despierta. Plaff que me ahogas cabrón.
A la tercera ostia ya pude lentamente ser consciente de la situación. Mis piernas y brazos enlazaban a Celina con toda la fuerza que podía usar haciendo de su respiración una agonía.
Plaff .... suelta cojones me volvió a la realidad.
The End
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Poxi Pol o Polo de Bolsa (maneras y maneras)
sábado, 05 septiembre, 2009, 10:19 AM - Idas de bola
Para los principiantes en esto de comer polos os diré que dentro de su género es uno de los que a priori podría parecer de lo más simple y facilón ... al final resulta de una complejidad apabullante si lo que realmente queremos es .... saborear un poxipol.
Hablar de Poxi Pol es hablar simplemente de un placer que roza la perfección.
Etimológicamente la palabra Poxi Pol no tengo ni la más remota idea de donde sale... es más .. no tengo ni puta si es o no realmente su nombre.. pero poco importa como llamarlo. oh no?.
Allá cuando yo aún me ponía los pantalones al revés fue cuando descubrí este placer. En el kiosco Josefa y más tarde en el de “La Concha” (no por estar en la playa de San Sebastián sino por el nombre de la tendera) valían “A peseta” (moneda anterior a la actual (2009...euro, por si está crónica no perece en el anonimato)..véase Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Peseta)
La idea de meter un polo dentro de una bolsa alargada fue un invento muy parecido al de Chupa Chup (otra historia) aunque creo que no fue tan rentable debido quizás a que tan solo se podría disfrutar en verano (según nuestras madres y el dentista). Imagino que una primera razón por cual meter un polo en una bolsa fue la de impedir esos desagradables chorretes de colores que solían aparecer los domingos a la hora del café y siempre en la camisa recién estrenada. Del cuello para abajo solo se veía una linea continua que atravesaba la camisa de franela, los pantalones cortos, corría por la desnuda pantorrilla y frenaba inexorablemente en los calcetines blancos de puntilla en una mancha directamente proporcional al cuadrado de la hipotenusa del helado en cuestión. Afortunadamente y en aquellos momentos los polos eran de agua y solo de un sabor. No me puedo ni imaginar el caos que podría producir, hoy en día, un twister o peor un pirulo tropical.
Decía que la principal idea habría podido ser ésa, aunque el posterior devenir empírico nos ha demostrado otras muy distintas ya que una de las normas principales para la correcta administración del producto es precisamente las pautas temporales como luego veremos. (ostia, éste párrafo lo puedo usar en cualquier tertulia)
Y sin más .. paso a explicar las normas de obligado cumplimiento si de lo de saborear un PoxiPol se trata.
1- ¿Cual?.
Los hay de muchas marcas, sabores, tamaños y colores.. pero tan solo los hay de una forma. Metidos en una bolsa hermética y termosellada.
Da lo mismo ya que de lo que se trata es de tomar algo refrescante y no de estudiar diseño o aprender a leer.
2- ¿Dónde?
Lo mejor es tomarlos relajadamente en una tumbona frente al Pacífico sobre las 7 de la tarde con el sol cayendo entre las montañas y el fresco de la nieve dándote en la nuca. Derecha un camarero más negro que los huevos de Gómez, izquierda Marilin Monrroe y detrás unas buenas espaldas, preferiblemente una naviera.
De no poder con alguna de estas cosas debe sustituirla por lo más relajante y placentero. Zapatillas, pié en la mesa de centro, tercio de mahou, sofá con forma y Real Madrid o Barsa-Betis.
3- ¿Cómo?
La forma es de los pasos más importantes que tiene este manual si el punto 2, párrafo 1 no se puede en su totalidad..
Lo voy a detallar en pasos individuales aunque con la práctica se pudiesen acelerar o unir varios de los procesos.
a) Sacar del congelador el PoxiPol sin mirar el sabor. Que sea sorpresa.
b) No utilizar ni servilletas ni guantes para ello. He visto auténticas barbaridades del estilo de usar papel aluminio o film de envolver.
c) Sentarse en la hamaca o en el sillón según se pueda.
d) No Leer, repito, NO LEER nunca los ingredientes descritos en el envase. Si es de color amarillo pensar que es un limón, naranja en una naranja y si es violáceo .... ........... si es violaceo ................................ ........................................................................ ........................................................
e) No cortar la bolsa nunca con las tijeras o algún utensilio de corte afilado. NUNCA. Utilizar las manos y si no se puede ... los dientes.
f) Escupir el trozo arrancado. Nunca tragarlo.
g) El primer trozo de polo se debe comer totalmente helado y sin miramientos. Mover con las palmas de las manos en movimientos cortos y rápidos para despegar el hielo de las paredes de la bolsa y dar bocados de medio cm a intervalos cortos hasta completar 1/4 del PoxiPol.
h) Importante en este punto descansar por unos instantes. Abstenerse de probar ni un solo bocado. Intercambiar de mano al notar síntomas de congelación alternando de una a otra y nunca pasar por la misma.
i) Transcurrido un tiempo relativamente no muy largo veremos por las paredes de la bolsa un líquido más oscuro que baja inexorablemente hacia la base del plástico. En este punto podremos comprobar la estructura hermética del complejo y del sellado térmico. De lo contrario tirar inmediatamente el PoxiPol a la basura y cambiar de camisa.
j) Coger desde la base del polo y hacer una leve presión de la barra helada hacia el cuello cortado de la bolsa. Importante en este punto es la concentración y tener tacto a la hora de empujar. Hacer primero pruebas en la bañera de la presión aconsejada. Sacar por encima un trozo pequeño del hielo y comerlo cortando levemente con la punta de los dientes y haciendo leve presión con los labios hacia un lado completando otro cuarto del PoxiPol. Si este paso lo hiciéramos mal cambiar camisa y pantalón y comenzaríamos desde el primer punto .
k) Dejar caer el medio PoxiPol que nos queda al fondo de la bolsa y dejar fundir con el caldo tibio que se ha desprendido. Prestar atención a los colores de ambos elementos. El caldo del fondo será de un color mucho más intenso al color de la barra aunque nunca de distinto color. De ser distinto color dejar inmediatamente la ingestión del PoxiPol y hacerse un lavado de estómago. En el plazo de una semana volver a comenzar por el primer punto.
l) Con los dos elementos fundidos en el fondo de la bolsa se procede a hacer un corte de la mitad de la bolsa con el fin de facilitar la ingestión posterior del elemento.
m) Escupir el trozo arrancado. Nunca tragarlo.
n) En el punto n lo más importante pasa a ser el caldo de color intenso en detrimento de la barra helada. Succionar el líquido dejándolo pasar a través de la barra helada enfriando el elemento para su fácil asimilación. Se elimina en este paso la dualidad del proceso quedando la barra helada sola en el fondo de la bolsa y con un color ligeramente menos intenso.
o) Repetir los procesos “j”, “k” y “l” sucesivamente hasta la total asimilación del producto tomando especial precaución en el punto “j”.
p) Si se desea comenzar de nuevo con otro por el punto primero.
q) Tres es ya vicio.
Distintas alternativas.
Podemos obviar alguno de los pasos descritos anteriormente aunque no es lo más aconsejable. Aquí describo alguna de las alternativas que tenemos para disfrutar de un PoxiPol si que por ello perdamos apenas propiedades.
1- "a"+"b"+"c"+"d"... "h" a "j" -"p" y -"q" (rápido)
2- "a" a "d" + "j" a "n" -"f" y - "q" (tibio)
3- "a" a "q" -"f" y -"m" (de estómago fuerte)
4- "a" a "f" y "k" a "q" (lento)
Y sin más deseo que podáis disfrutar con estas instrucciones de un PoxiPol tanto como yo lo hago y que descubráis en ellos a uno de estos placeres que tiene la vida a los que el tiempo ha tratado de respetar.
Espero muy sinceramente que cuando vuelva a ponerme los pantalones al revés recuerde estas instrucciones para poder saborear este manjar.
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