PAMPLONA Y AINSA 2008
PabloVenancioManolicoChireta

INDICE
 

SALIENDA Y LLEGANDA

Primos de méridaCuando me di cuenta .. coño, ya estamos en Pamplona? Voy a llamar a Antonio y así le pregunto la salida de Mendigorría y de paso le veo hablar que solo lo he oído escribir y olfateado fotografiar. Estella-Arco-Cruce-Derecha-6 Km-Te espero. ....¿Busco un tío alto, melena al viento y pelo blanco?... jajaja sí .. así es... y “funesto”.

Hola, yo soy Manolico, aquí mi picador Venancio y este es el segundo espada Pablo.. encantao encantao. Aquí Encarni...... A sus pies señora. A sus pies...
¡Venga pues!. “sacanda” que aún nos da tiempo a darle un par de vueltas al pueblo y aquí se habla con los gerundios.

Sólo nos dio para dar una vuelta. Lo que había que sacar del remolque no era moco pavo y no era plan de dejar el jamón en la calle para que algún oso pamplonica se fuera contento pa su casa.

Bonito este de Mendigorría, bonito en lo alto de un cerro a los pies de los meandros del río Arga y con una iglesia más grande que el cerro. ¿Vamos a tomarnos unas Txuleticas pa casa que ya hace rasca? .... ¡Hace pues!.. ¡Hace!

Joder como huele no? ... Son hongos .. Hongos? ... Hongos tengo yo en los pieses y no huelen como eso. .. Y me enseña Antonio unas setas del tamaño de varios campos de fútbol con un aroma impresionante. Pablo... corta jamón a ver como ha salió ese pernil, Venancio tu a la hueva de atún que yo parto la mojama y el queso... y tu Encarni.. come y calla que aquí tu eres la invitada de honor.

La primera “cenanda” fue antológica. Hongos salteados, espárragos frescos de navarra, Txuletones de vaca...y nuestra aportación de mojama, queso, hueva, bonito, jamón y hambre.


PRIMERATANDA

Toque de diana a las 8:30. Encarni confunde los ronquidos de Venancio con su lavavajillas y Pablo casi se mea en los cactus del ático porque una morsa de 95 kilos bloquea la huida. Desayuno continental light y barritas energéticas de jamón con tomate y pa San Sebastián donde, en un descanso de la autopista conocemos a Pello “Pertsona”, Jin (cuñao de Antonio) y a Javi “Cuñao” (cuñao de alguien que tiene otro cuñao que es cuñao del cuñao). Aparcamos el coche en el parking del Sorondo y más “presentandas”. Carlos y Mikel son los vascos que allí encontramos.

Pajas varias de nuestras herramientas, horquillas, geometrías y otras lindeces (como nos gusta) y a montar que ya es tarde... las 11.
Ostiasss el casco. Grita Javi con resignación... Voy yo, te compro uno y os pillo le dice Mikel. Aquí nadie atasca... Risas varias y devaneos sobre bonobicis y tal. Pisteo de subida con barro, una pequeña subida y otra pequeña bajada por funesto asfalto coronando el puerto de Bianditz y llegando a una fuente y “llenanda”... joder.. y yo con los 3 litros de Isostar sin tocarlos... ayyyyy lo que cuesta aprender a mi edad!

Si te dice algo el guarda te haces el tonto y hechas a correr. Vale pero lo haré pal otro lao que eso está muy empinao. Y .... hola.... hola. Aquí son simpáticos los guardas.

Primero llaneamos por una senda donde nos cae la del pulpo y nos refugiados en un árbol y comenzamos una senda muy oscura de hallas repleta de unas lindezas de raíces que escurrían la trasera como si cogemos una trucha con las manos embarrada en vaselina. Fiu, fiu... coño como cuesta la “aclimatanda”. Terreno completo... terreno comanxi. Alguna complicación sin importancia de piedras húmedas y “desmontandas” varias hasta lo alto del cerro en dirección a la Pagolleta donde unos carteles nos decían donde estábamos.... en un cerro.

Cogimos dirección hacia la más rara de las palabrotas que en aquel cartel ponía. El bosque se abre y da paso a colinas limpias de verde arbusto que alterna con el bosque. El paisaje es acogedor. Estamos en la ladera de una montaña, al fondo un barranco con un gran pantano y al otro lado más y más de lo mismo ... y me dicen que eso no es San Sebastián... que es Pamplona y que no estamos ni a la mitad de la ruta jurrrrrrrrrr... Esta gente es la polla .... se monta un bosquecillo, lo llevan a San Sebastián que allí llueve más, les dicen a sus chicas que no se mueven de la provincia, ceden el agua y encima no se cansan.

Pasamos por un bosque de esos que dan miedo... troncos quebrados haciendo formas fantasmagóricas, trozos de ramas por los suelos y muñones de palos sin vegetación. Me dicen que es una enfermedad que han cogido el bosque... que pena ... pero que espectacular. .. Luego pica hacia abajo hacia hasta las bordas de ollargarata.... Y en una de las bajadas con piedra mojada va el Venancio y fiuuu.. se deja el cambio en un rocón colgando de la cadena. Putada. ... Guantes de látex, alicates, bisturí, y los dos manos a la obra que ya hemos arreglao varios y ........... ¿Lleva alguien un cambio?. Mikel llega a observar la jugada y buffff ... eso no tiene arreglo así que decide montar un single speed rudimentario utilizando 8 bridas y acortando la cadena. Bueno, algo parece que sale pero mala solución tiene. Los demás van llegando de su vuelta por una bajadilla que me dicen que no estaba mal. Venancio vuelve sobre sus pasos mientras que nosotros reunimos ya que debemos volver por la misma senda. Llegamos de nuevo al la zona donde los árboles están desplumados y allí encontramos a Venancio que había parado a admirar el paisaje.... ¿Comemos ya que tengo hambre? es que son las 5. Estos se sacan el plato combinado numero 8 consistente en lata de sardinas en conserva, aceitunas, chorizo de cantimpalo, queso del Roncal y algún que otro postre. Por un momento ya me veía a alguien sacar un barril de sidra y otro de vino del Camel. Joder que “comienda”. Copa café y puro y vuelta a montar en nuestras bicicletas y Venancio a rrastras. Al poco de salir... otro incidente... Jim rompe también cambio y Mikel se tiene que poner manos a la obra. Este tiene mejor pinta que el de Veni aunque necesitará de los restos del muerto en combate. Me dicen que ha sido de nuevo la Maldición de la Culomba. Me da un escalofrío pero le hecho huevos y pa lante.

Pronto reunimos en un cruce de senda y advierten de lo peligroso del lugar ya que unas extrañas criaturas escondidas entre las hojas caídas agarran los cambios y los retuercen sin piedad. Debe ser la Culomba dichosa aunque en esta ocasión estaba de vacaciones porque una tubería natural que hace las veces de bike parck estaba pa ponerle un piso en Torrevieja en primera linea de playa. Espectacular la senda de bajada al embalse donde la rueda iba totalmente inmersa en un berenjenal de hojas secas y discurría por unos zig zags que se trazaban con piloto automático. El Jujuuuuu del final de la bajada fué automáticamente silenciado por el grupo que me advertía que estábamos en un parque natural pero mi adrenalina no pudo contenerlo. Jujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Al poco llegaba Venancio sin cadena y sin cambió más prudente que el resto pero también con una sonrisa de oreja a oreja.

Poco a poco fuimos remontando a Venancio empujándolo por la pista que rodea el embalse y acercándonos a la última senda de subida que no fue tampoco moco de pavo. La senda era de las de poner el K1.... (ca uno con lo que pueda) y montados algunos y nosotros a rastras llegamos hasta el Escax donde el guarda nos esperaba ansioso y como agua de mayo. Un coche remontó a Venancio hasta la caseta del guarda donde este le hizo el alto y le preguntó que si había subido por la senda a lo que el calvorota le contestó con un trato amable y acento del sur: Pues no me vessss .. aquí voy sin la puta cadena y sin el puto cambio por esta puta carretera del puto embalse donde maldita sea la hora hemos ido a comer. El guarda no pudo más que humillar ante tan razonada verborrea y para cuando el resto del grupo pasó por su lado no era más que un dócil y noble Miura con los tres pullazos y sus 6 banderillas. Buenas tardes.... buenas tardes tenga usted.


Venancio ya estaba arriba del puerto donde el coche siguió remontando y nosotros poco a poco fuimos llegando. Luego bajada por asfalto y en algún lugar que no pude ver se separaron Venancio y Javi para coger la furgoneta de Mikel. El resto de la manada subimos por una pista ancha enmoquetada de una alfombra verde con vida interior que intentaban agarrar nuestras ruedas para no dejarnos continuar. Pronto la pista se abre en un prado con unos paisajes increíbles hacia el cantábrico y demás grupos montañosos de San Sebastián y en el mojón del geodésico junto a unas antenas nos armamos para afrontar las últimas bajadas del día.
En la primera bajada creo que cogimos los 350 Km/h. o más. Por la ladera de un cerro bajamos los 7 que quedaban a to copín y pegando saltitos que nos hacían encomendarnos a santa lyric, san marzochi, san fox o san sadurní de nolla. Y tras advertir lo peligroso de un badén donde Diós (eras) hizo un carpado con doble tirabuzón llegamos a una pista que nos remontaría a, esta sí, la última de las últimas que era no más que una pista rota con alfombra de hojas donde también rondamos los 250 Km/h y que nos dejaba justo en los coches.

“Recogienda” y “despedienda” de todos aquellos que no íbamos a volver a ver y desde aquí la “agradecimienda” a todos ellos. Gente especial y muy buenos biker como son Pello, Mikel, Carlos y Javi. No pudieron acompañarnos a la “cenanda” de esa tarde por motivos varios aunque estuvieron presentes en todo momento.


LA CENANDA

La funesta bajera de José Luis ... vecino de Antonio y proveedor de butano y enseres.. nos sirvió de taller de trabajo de nuestra “alta coucine experimental”. Tras unas duchas rápidas nos pusimos manos a la obra. Pablo al Jamón, Venancio al Pizza Water, Manolico a la paella y Antonio meneando platos y cerveza. Pronto llegarían los demás comensales... primero lo hizo Encarni con Lidia y luego fueron llegando Oscar y su mujer Itziar y Jin con su mujer Elena y cuñada de Antonio, a la sazón hermana de Encarni. Yo calculo que hice la paella para unos 15 y Venancio creo que hizo el Pizza Water también para otros tantos. Jamón para una boda, mojama, hueva, ensalada de tomate, bonito, queso y luego postre. Comimos-Cenamos sobre las 12 de la noche y me quedé flipao cuando tan solo sobraron dos o tres raciones de cada plato. De los tíos no hablo ya que el esfuerzo fue para comernos al manso pero de las mujeres.... Encarni, Itziar, Lidia y Elena se tomaron cada una dos platos que no se los saltaba un gitano. Bueno, algo si que, se supone, que hicimos bien ese día.
Luego postre y mistela y, al final, y como de esos amigos que te invitan a tu casa a cenar y te sacan el video de la boda pa rematarte, nos pusieron el video de sus periplos en Las Palmas. Yo creí que no podía más con mi alma y me iba a quedar frito en el cómodo sofá donde me encaramé pero.... me cargué el video de Pe a Pa y me reí como pocas veces lo he hecho. Digno de las mejores superproducciones. Pa ponerle otro piso.. y van dos.


SEGUNDATANDA, RECOGIENDA Y DESPIDIENDA


Media hora llegamos tarde a nuestra cita con Oscar que nos esperaba en Zubiri en el aparcamiento del restaurante Gau Txori (pájaro nocturno en euskera), buen y apropiado nombre para ese día. La puesta en marcha de la bici de Venancio consumió aquellos funestos minutos que Oscar aprovechó para seguir rebajando el amasijo y amalgama de arroz, pasta, conejo, jamón que se peleaban en su interior.
Hacía un funesto aires que nos quitó la idea de utilizar dos coches para la travesía. El cresteo que teníamos en mente hubiese sido un infierno de proporciones bíblicas de haberlo hecho así que comenzamos desde abajo haciendo un paseo por funesto asfalto primero y pista secundaria después hasta llegar al embalse del Eugui. Fuimos rodeando el embalse no sin antes recibir nociones de geografía y botánica por parte de nuestros anfitriones. Nosotros aprovechamos para practicar el Euskera no con mucha suerte ya que, y aunque el primer y segundo Jepa, Aupa, Apa y sus quince variables los entonamos con más timidez que empeño, los tercero y consecutivos fueron un alarde de firmeza, templanza y rebuzno que acabó cuando un señor Naburro con los bíceps más anchos que algunos de los castaños de la zona, mi miró de forma sospechosamente amenazante. Hicimos alguna variante por senderillo ramplón y seguimos rodeando el embalse hasta que lo abandonamos a izquierdas por una pista siguiendo una barranquera a rebosar de agua y que nos puso a tono para entrar en las sendas del parque de Quinto Real o Kintoa.

Bici a la Sobrarbense y tramo de pista embarrada con sus cuestecillas donde Oscar nos descubrió que con la mononucleosis que arrastra necesito 20 gripes pa pillarlo. Luego pista megarota con sus riachuelitos y su barrito y su cespecito alto para no dejarnos ni respirar donde Venancio rompe (rompón, que eres un rompón) la cadena. Barrita en un abierto del monte y seguimos nuestra peculiar semana santa. Luego creo recordar que era una senda muy oscura por hallas y algún que otro castaño hasta llegar a un cruce de caminos donde hicimos la parada obligada de “comienda”.

Bajadita ramplante y juguetona con tramos pedregosos como a los del sur nos gusta y más y más de toda esta fántástica naturaleza que los Navarros tienen. Sube-baja y Sube-sube fuimos coronando hasta llegar a unos pinares que nos depositarían en la última de las bajadas del periplo.
Entre pinos y bojes discurría esta senda que muy a conciencia se han currao los Tronqueros estos. Primero bajada tendida donde hay que pedalear de vez en cuando por una senda no más ancha que los hombros y con las curvas de las de “meto primero el hombro y giro o mejor giro primero y meto después la ostia?”. Una, otra, otra, derecha ras izquierda arras, palo, raiz, boj. Venancio lo contó después que en una de sus curvas tropezó con un funesto escollo de boj que lo catapultó hacia el Gau Txori. Las fuerzas prodigiosas, el más allá, la constelación de los astros, la funesta Aramís Fuster el Big Beng o la puta casualida (me decanto por lo último) hizo que en su despegue encontrara un pino de la variedad salvadora que agarró como se agarran a las personas que se quieren.
Reunión en torno a una losa vertical que bajamos sin más complicaciones que la de la gravedad y encaramo del último tramo y más divertido de todos ya que no había que dar ni una sola pedalada.

Otro Jujjjjuuuuuuu salió de mi garganta llegando a los coches. Rutón en mayúsculas y acentuado en la “o”. Cervecilla de rigor y “despidienda” de Oscar que ya había hecho la digestión de la noche anterior.

 

Y llegamos a casa de Antonio ya con semblante de despedida..
Dos días apoteósicos con dos rutones de los de “nena..... me voy .... ya volveré” y una compañía y amistad que se empezó a forjar hace ya más de tres años cuando tomaba apuntes de mis andaduras por La Palma y una visión de MTB en el estado más puro y divertido. Sin marcas, sin componentes salvo los necesarios y duraderos, sin películas. Tan solo dos piernas, dos cojones y un corazón... el más grande que haya nunca encontrado.

Todo al remolque, bicis al porta y “despidiendas” que nos quedaban 300 km hasta Ainsa.

¿Jorge.... como va eso? Acabamos de salir de Mendigorría y vamos para allá. ... Tranquilos, disfrutad de la carretera y aquí todo preparado...... Hace ya más de media hora que están calentando las Chiretas.

AINSA
LA MUNDIAL

Hola Jorge... yo soy Manolico. Este es Venancio, el primer espada, y aquel Pablo que hace las veces de picador. Yo hoy no sirvo ni pa llevar el botijo que lo de Pamplona nos han puesto a hacer deberes desde primera hora de la mañana. Encantado.... encantado.

Ostia que casa más chula tienes.... no , esta no es mi casa... esta es donde vosotros vais a dormir..... Ostiaassss. Y os presento a Moskowa... encantao encantao.......Guau, Guau.

Venga... id sacando “Caagoendius” que están las Chiretas ya calientes. .. Coño, como para no estarlo. Media hora más tres de viaje. Ya estarán hechas.

Mismo protocolo, mismo arsenal, distinto sitio. El Jamón que los pamplonicas no habían podido con el (lo único). Tomates, queso, otra mojama, otra hueva, otro bonito, caja de cervezas..... bueno todo para fuera que hay hambre y eso huele a tortilla de cebolla con algo y cualquiera le dice que no a Jorge con lo grande que es.

Dimos buena cuenta de la cena y de las chiretas que merecen otra crónica aparte que intentaré plasmar en mi blog.

Mañana (hoy) no creo que pueda salir nadie con vosotros. Es lunes y aquí la gente trabaja y no se pueden escapar. Este es el Track de la ruta. 50 Km... desnivel de 1400 y de nombre Soba, Granizo y Gloria. La Soba la tengo clara, el granizo no hay pronóstico y a Gloria no la conozco así que mañana pintan bastos .... y las chiretas sin digerir. Con razón no quiere venir nadie... nos han dejao al Toro bueno pa torearlo solo. Jurrrrrrrrrrr.

A la mañana siguiente las cosas se veían de otro color. Del negro.
Venancio se va temprano a InterSport donde Angel lo esperaba para presentarse y calentarle a soplete la patilla del cambio que la tenía mirando a Flandes. Se inca un desayuno continental a base de jamón y cerveza (claro, luego me llega a casa sin hambre) y Pablo y yo hacemos el zumito, las barritas y recogemos lo de la noche anterior.

“Caagoendius” que me gustaría irme con vosotros y yo con este tobillo... “Caagoendius”. Si tenéis alguna duda solo tenéis que llamarme. (¡¡cómo me acordaré de estas palabras algo después “Caagoendius”!!).

Con el Track en dos GPS tiramos millas comenzando con un bucólico paseo a orillas del Ara. Pronto nos separamos de la mota del río y nos adentramos en una torrenterra donde desaparece cualquier huella de senda ya que el track discurre por en medio de un riachuelo. Buen comienzo para los del Sur que no acostumbran a rodar con el agua por los tobillos y mención especial al perfecto funcionamiento de las botas de Venancio ya que son de Goretex y no dejan salir absolutamente ni una gota del agua que se mete por la tobillera. El buen material ... es lo que tiene.

Pronto nos adentramos en el barranco de Sieste cogiendo un camino de desbroce hasta llegar a una senda muy húmeda que nos lleva al primer lío de la jornada y me explico....
el track es un bucle.. una especie de 8 que nos hizo dudar en el cruce de lineas. Había que decidir si seguir la ruta en un sentido o en otro ya que los track de Garmin no indican dirección o por lo menos no sabemos como. Ensimismados y dubitativos no se nos ocurrió otra forma para solucionar el entuerto que usar nuestro raciocinio y pericia.... Craso error.... una llamada nos hubiera solucionado la duda. Pero el género humano, además de ser constante y meticuloso... también lo es cabezón y orgulloso por lo que elegimos y elegimos mal. La decisión fue razonadamente correcta pero sorprendentemente errónea. Pronto llegamos al alto y picaba hacia Gabardilla por una senda muy tendida que luego se hace vertical hasta el río Ena donde lavamos cocorota y alma. Y luego........ “Caagoendius”, pues estos tíos deben estar fuertes pa subir esto montado no? Si que están fuertes sí. Pues yo no puedo “goendius”. Cebollera al hombro y parriba. Que bonico todo esto no? Madre mía que curro se han tenido que meter Jorge y compañía para dejar esto limpio. Cortadas a cartabón todas las ramas de pinos y sabinas. Todas las piedras en su sitio.

Llegamos a Lupuruelo que es un pueblo abandonado donde su calle principal seguía formando muros de piedra y poco a poco iba descolgándose nuestro Pablo. ¡Imagino que allá en el collado del pueblo tire la senda pabajo! ¡que la pateada es ya importante!. Imagino, imagino.

Imagino mal cuando Venancio me señala una casa en lo alto del cerro donde el track se dirigía. “Caagoendius, caagoendius, caagoendius” (Sindrome del apostol Pedro cuando negó tres veces a Eras) y el apostol Pablo va tocao.

Veni, esto debe ser una bajadita. “Caagoendius”
Veni, esto debe ser una bajada.
Veni, esto debe ser un bajadón del quince.
Veni, valla bajadón que nos hemos perdío... “Caagoendius”

Cuando llegamos a Morcat reunimos banda y llamamos a Jorge.

Rin rin... A ver Jorge... Primeramente ..... La hemos cagao así que dinos como salir de esta.
“Caagoendius”, valla soba que os habéis metido. Eso es una mundial. ¡Haberme llamado en el cruce!........Miradas amenazantes de soslayo entre los componentes del grupo a 180 pulsaciones.

Bueno, hay dos opciones. O bajar ahora por pista y senda tendida hasta el cruce o bajar por la senda que habéis subido y enlazar por pista hasta llegar al track. Plan “B” ni en pintura así que optamos por bajar la pista por donde deberíamos haber subido. Punto de inflexión y tomamos de nuevo el track correcto.

La senda nos lleva tendido a lo alto de un cerro con hermosas vistas al valle y pronto empieza a picar sin darnos cuenta que deberíamos habernos puesto protecciones.
La bajada era alucinante y larga con lajas de piedras que se dejaban hacer y pasos de piedras muy del estilo a las nuestras del sur. Cuando llegamos abajo el mal humor y el cansancio habían dado paso a una gran sonrisa.

Cambiamos la rueda de Pablo que había pinchado y seguimos curso por asfalto hasta una fuente donde paramos a comer.

Luego más asfalto y más asfalto cuando nos comenzó a llover. El camino hacia Santa María de Buil fue largo y aburrido aunque de necesario trámite. Pablo iba jodido y entre la lluvia y la cuesta todo se hacía largo y pesado pero pronto coronamos pueblo y comenzaba la fiesta.
La Senda marcada con el PR 6 comienza adentrándose en un barranco y llega a la amplitud del Sarrastaño donde fósiles de nummulites (aquí llamados Dineretes de Sevil) que confundimos con “cagadas de cabritillo petrificadas” nos anuncian que ya estamos en to lo alto.

Luego hacia abajo por senda muy chula y técnica que se hacía mucho más divertida con el agua de la lluvia. Aquí la horquilla trabaja bien y la piedra no es muy resbaladiza por lo que se agradece. Margas sobre un terreno casi lunar nos transportan a otro sitio y pronto un cruce de sendas que termina en un bonito paraje frente a Partara... última cumbre de nuestro día.

Pista suave nos lleva a una pista cada vez más rota y esta a su vez hasta la senda que parece haber limpiado esa misma mañana. La carrasca y y los enebros nos hacen aquí de sombraje en una subida que debe ser preciosa en seco pero que patinaba como lo hacen en Jaca. Esta senda es una preciosidad y está recuperada como pocas he visto. Marcados todos los árboles por donde discurre y cualquier saliente se advierte con un spray que reluce cuando hacen nocturnas, puentes construidos para que duren y setos cortados a cuchilla. Aquí hay un verdadero amor por la naturaleza y su entorno y la reconstrucción de esta senda es un ejemplo palpable de lo que debería ser el espíritu de un buen biker.

Poco a poro nos íbamos acercando a Ainsa y en lo alto se divisaban Ordesa y Monte Perdido, La peña Montañesa y abajo el pueblo con el Ara a rebosar. Pablito lo llevaba regular pero ya quedaba poco trecho. Los 50 Km ya los habíamos saltado y en las piernas había pocos reductos del Serrano. Quedaba una bajada .... pero que bajada. Primero baja pegados a una pared con desplomes y algún paso complicado y luego se hace rápida, oscura y con curvitas de esas que si te pasas ... te pasas. El final ... apoteósico llegando a un riachuelo donde limpiamos bicis y casi pisamos una trucha.

Trámite hacia Ainsa donde Jorge nos esperaba con las manos en la cabeza.... “Caagoendiusss vaya sobá os habéis pegao”

 

PAELLADA

Oscar Ballarin, que es uno de los artífices más importantes del despliegue de sendas que se están recuperando en el Sobrarbe, también recuperó para nosotros unas cuantas botellas del buen vino de su bodega. Serían de mala educación y temerario a la vez pavonearse de tan magno festín aunque mi vanidad me obliga a presumir de haberme bebido una botella de “Viñas del Vero” crianza del 2000, otra de “Viñas del Vero” blanco de uva alemana “gewürsttraminer” un “Frambouise”, un “Payva”, un “Lar de Barros” del 2001 un “Parraleta” Emoción del 2005, varios licores y aguardientes y ...... y me hubiera bebido el embalse del Mediano si me lo ponen con un corcho.

Como no era plan de llevarnos pa casa ningún conejo y mi madre me dijo una vez que “cuanta más chicha, más sabe” decidí meterle los dos conejos a una paella de 6 o 7. (fuimos 5 pero tres llevaban mucha hambre). La paella, como no podría ser de otra manera, salió buena y pronto hizo aplomo en la sobremesa al tiempo que llegó Magu, cocinero de uno de los mejores restaurantes de la zona “El Callizo” para rematarnos con otras dos botellas de “Moscato d’Asti”.

Creo que solucionamos varios conflictos mundiales, el problema del hambre y la crisis que nos invade pero desgraciadamente el vino se apoderó de la última neurona que quedaba en pié. Y ... a sobar la soba.

PENÚLTIMA


Oriol os acompañará hoy y a las 11 sale Tonino que creo que hará ruta con vosotros. Vale, pues hacemos tiempo y esperamos que estamos de vacaciones.
Tonino parece que no viene así que ya estamos todos.
Dos coches y a Tella a aparcar el primero.

La ruta comienza en el embalse del río Cinca en el valle de Pineta con una pista de subida hacia una Borda llamada Musulié donde nos dió tiempo a digerir lo que nos quedaba de conejo. GR15 con protecciones y primera bajada donde me aguanto el último para bajar a mi ritmo. Escalones húmedos y prudencia en el primer tramo donde paso a Venancio que me deja. Luego en algún lugar donde los árboles están caídos pasé a Pablo y en el siguiente a Oriol. Me quedé solo ante el peligro... ante la senda. Y aquí no era plan de tenerle miedo que la rueda agarraba. Solté frenos, me santigüé y me encomendé a Santa Lyric con todo mi fervor y admiración. Atocopón baje aquello como alma que lleva el diablo sin más contratiempo que una terrible erección producida por un puentecito artificial hecho con dos palos donde apenas cabía mi rueda.

Cuando me veo a Oriol que baja detrás de mí sintiendo lo mismo que yo y gritando un Yujuuuuuuuuuuuuu que hizo palidecer el mío.

Punto final a este GR en el mirador de Bielsa donde donde en una pizarra se narra las peripecias del último reducto republicano que hubo en esa ciudad.

Y a partir de aquí........................... todo fue un orgasmo para mis sentidos.

La senda del Canal del Cinca o PR Pineta-Tella es la senda que se utilizaba para la realización de un canal artificial que discurre desde Pineta por todo el barranco del Cinca. Literalmente va colgada por todo el barranco y en ella cruzamos multitud de reductos que así nos lo dicen. Casas derruidas de los trabajadores, escombreras de la limpieza de barrenadas, túneles de paso excavados en roca, un paso aéreo donde tiemblan hasta los más valientes y sobre todo un canal que va apareciendo de vez en cuando, nos da el motivo de tan precioso paisaje y hace las veces de carril bici pero a 300 metros de altura a la carretera.

Esta senda no se como describirla... simplemente debo decir que es una de las mejores sendas que he hecho en mi vida y que seguramente haré. Tiene de todo y no ni de bajada ni de subida. Tan solo es de .... dejarte llevar. Admirar la belleza del valle al fondo, de la frondosidad de la vegetación, del entorno de las cumbres nevadas del Pirineo, de las torrenteras de agua que se forman frente a nuestros ojos, oler la pureza de un aire cristalino y ........ y gozar de ese sonido penetrante, anestesiante y relajante que tan solo allí arriba se oye.... El romper del agua.

Llovía copiosamente cuando ya llevábamos más de la mitad de la ruta y decidimos parar a comer en un desplome del barranco. Cambio de indumentaria a seca y mano al bocata de jamón y .... y allí quedó mi alma.

En ese momento me quedé más pajarito que un canario y me dio una bajada de tensión que ni con 40 tranquimaziles. Mirando la cascada de enfrente apuraba el bocata como quien no quiere volver a ningún sitio. Despacio, saboreando cada segundo y cada momento de aquel lugar. Mis colegas creían que yo estaba durmiendo una siesta pero no. Creo que era un orgasmo.

Ta tari rari me despertaron que había que ponerse en solfa y continuamos sendero hacia Tella aunque lo tarde de la jornada, la lluvia y el partido de la selección española contra Rusia hizo acortar la ruta prevista a casi la mitad. En el cruce del GR con el PR 15 de Tella a Mesón de Salinas nos desviamos por una bajada que tampoco estaba mal. Lenta al principio con pedaleo y enfurecida al final con las rocas muy resbaladizas del agua recién caída. Oriol demostró que también es muy noble dando voltereta completa que le magulló un poco el muslo y servidor en una desmontada de esas necesarias resbaló en un rusco cayendo con la ravadilla, coxis, rabillo o lugar donde la columna pierde su nombre.............. aún duele.

Final en el asfalto, varios km de bajada hasta los coches y cuatro caracoles que les metimos a los rusos.


PIZZA WATER

“Caagoendius” que pena, “Cagoendius” que pena no haberla hecho entera.
No te preocupes Jorge que con lo que hemos visto hoy teneos el bote de las esencias lleno.
“Caagoendius” que pena.

Han venido 3 foreros a hacer unas cuantas rutas esta semana y les he dicho que a lo mejor pueden venir con nosotros a comer... que os parece?.... Pues que ya estás tardando. Entonces seremos Angel, Jorge, Pablo, Venancio los gaditanos Manolo, Genci e Isaac y servidor. Ocho . Marchando un Pizza Water para quince. Los gaditanos llevaban 11 horas de volante a sus espaldas y andaban un poco despistaos. Hasta llegaron a insinuarme que se habían traído las rígidas para hacer las rutas que hay por aquí. ¡Los hay globeros! *

Una botella de vino tras otra acabó con casi todo el gazpacho que había hecho Venancio. Y como los gaditanos no podían irse sin las chiretas se calentaron y volvieron a su estado gastronómico ideal de ebullición. Lástima no haberles puesto un par de ellas más a cada uno que se hubieran comido sin rechistar pero mi prudencia, las 11 horas de viaje y la vuelta a la Peña Montañesa que les tocaba al día siguiente actuaron de padre protector y pusieron freno a la broma.

Y alguien dijo. ¿por que no nos levantamos mañana temprano y nos hacemos una bajada-bajada que me conozco yo para el remate del fin de fiesta? Pues vale.

*Los globeros somos nosotros por supuesto. Manolo, Genci e Isaac son máquinas en todos los sentidos de la palabra. Genci es además de promotor y organizador de una de las grandes marchas “La Cortes 60” en Cortes de la Frontera. 2500 metros de acumulado en 65 km es una carta de presentación muy respetable.

FIN DE FIESTAS

¿Te vienes Calvorota?
No
No insistí que me conozco el percal así que Pablo y yo nos fuimos a recoger los bártulos que ya andaban por el remolque.

Jorge nos esperaba listo para enchufar las bicis en su furgoneta y abajo andaba Angel con la suya. Pequeño desayuno y a la carga.

A Jorge le pedí que me hiciera un pequeño resumen de la bajada de ese día que prefiero poner aquí.... dice así.

“Antiguo camino que unía los pueblos de Campodarbe y Boltaña, que ha sido recuperado para el mundo por la Asociacion de Amigos de los Caminos Tradicionales del Sobrarbe. Es una senda de orientación noroeste que discurre por una ladera muy húmeda de pinar y mucho monte bajo (boj, espino, tomillo...) con bonitas vistas hacia el monte de Silves y Navaín. La planicie donde nace cuenta con una cueva de 150-200mts de profundidad, la cueva de la sierra. El sendero comienza combiando largas diagonales de poca pendiente con curvas enlazadas muy inclinadas, siempre en un túnel de vegetación, para posteriormente discurrir por la parte alta de una ladera, siempre con el riesgo de desplome a la izquierda. Tras unos pasos donde el camino se cayó y hubo de ser rehabilitado, la pendiente crece y las curvas se sucenden sin descanso. Algunas tienen muros de protección debido al riesgo alto de caida"

Dicho así queda mucho mejor aunque yo añadiría que es una bajada del copón, que está pa ponerle un piso y que viva la madre que os parió.

Y ahora sí tocaba el triste final de nuestro periplo.
Llegando al barrio medieval de Ainsa nos encontramos a los gaditanos que salían para hacer la ruta... y sí, eran rígidas.

En el ático nos esperaba Venancio con los enseres todos recogidos y haciéndonos el desayuno de la jornada. Patatas a lo pobre, chistorra, cerveza... bueno ... cosas light. Limpieza general y esto toca a su fin.

 

Desde estas lineas doy las gracias efusivamente a los dos puntales que nos han acogido en sus respectivos senos.
Antonio eres un tío cojonudo y ya te lo dije. “Contigo me voy al fin del mundo ..... si me vas esperando” y a ti Jorge. “Caagoendius” que no te pudiste venir a hacer ninguna ruta con nosotros por el golpe en el tobillo pero lo mismo que Antonio.
Y a todos los demás que nos arroparon como si fuéramos otro más de ellos: Encarni, Elena, Lidia, Itziar, Javi, Carlos, Mikel, Oscar, Jim, Peio, Jose Luis, Angel, Oriol, Oscar Ballarín, Magu. Un abrazo para todos ellos que han hecho que este viaje sea inolvidable.

Y por supuesto a mis dos compinches de sobas y glória (no hubo granizo) Pablo y Venancio sin los cuales no podría haberme aventurado en este genial viaje.

Un beso.